Es importante para nosotros los docentes especialistas
que prestamos nuestros servicios en la República Bolivariana de Venezuela, en
la cual se viene dando un cambio en la modalidad de Educación Especial, desde
el año 2011; comprender lo que se entiende por “Interferencias en el
aprendizaje desarrollador”, denominación esta, que vendría a sustituir al
término “Dificultades de aprendizaje” utilizado en el país durante largos
años, como una de las áreas de atención
de la modalidad, plasmada en el primer documento de Conceptualización y
Política de la Modalidad de Educación Especial (1976), en concordancia con las
denominaciones utilizadas en el resto del mundo.
Los cambios planteados por la transformación, son
inminentes en nuestras escuelas, en las cuales los docentes especialistas en
Dificultades de Aprendizaje, egresados de las Universidades venezolanas, de
carreras vigentes y autorizadas por el Ministerio de Educación Universitaria y
la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU), aún hoy no tienen
clara su misión y sus funciones dentro de la actual propuesta, que más que
propuesta es un hecho fehaciente.
Conviene destacar como bien señala Aramayo (2013), que
dicha transformación se ha difundido
fundamentalmente a través de Internet, el desconocimiento de la misma por parte
de los entes del Estado y por las universidades formadoras, de formadores, es
un aspecto que la ha hecho controvertida. Sobre todo dado su carácter
inconsulto a los actores involucrados y la desestimación del rol de las
universidades (formadoras de docentes especialistas) para un proyecto de tal
envergadura.
El cambio drástico de denominación, del término
Dificultades de Aprendizaje, al término Interferencias en el Aprendizaje
Desarrollador, requiere ser analizado para su comprensión. Conviene entonces
preguntarse ¿qué se entiende por aprendizaje
desarrollador? Según lo expuesto en la página web Ecured: conocimiento con
todos y para todos, el aprendizaje desarrollador se define como: “aquel que
garantiza en el individuo la apropiación activa y creadora de la cultura,
propiciando el desarrollo de su autoperfeccionamiento constante, de su
autonomía y autodeterminación, en íntima conexión con los necesarios procesos
de socialización, compromiso y responsabilidad social” (ECURED, sf) señala la
fuente además, que es un término acuñado por eminentes pedagogos, especialmente
pedagogos cubanos, término con el cual según lo planteado por los autores es
posible trascender un modelo tradicional de enseñanza centrado en el docente,
por uno en que el rol del estudiante es más activo y protagónico sobre su
propio aprendizaje.
Padrón, Cruz y Viscaino (2011) argumentan que a partir
del triunfo de la revolución cubana, se realiza una serie de reformas
educativas que tienen como eje central la concepción del aprendizaje desde un
enfoque integral de la persona.
La concepción de Aprendizaje Desarrollador que se
asume es la derivada de la puesta en práctica de los postulados del enfoque
histórico cultural en la realidad cubana de los últimos años, en los niveles
primario y secundario (Padrón et ál., 2011).
Más adelante, los autores en referencia explican lo
que se entiende por aprendizaje desarrollador:
El aprendizaje no se limita a momentos específicos de
la vida, independientemente que en cada momento del desarrollo están presentes
logros y adquisiciones típicas que distinguen la situación social del
desarrollo, como se ha apuntado en otro momento. El ser humano es un aprendiz
permanente y el aprendizaje puede ser incidental o dirigido, de forma implícita
o explícita y en todos los contextos en que se vive. Ese carácter procesal,
sistémico y continuo del aprendizaje que se evidencia como una cadena, donde
cada momento es un eslabón imprescindible, permite comprender la
responsabilidad que encierra el aprendizaje, que es eminentemente dirigido, así
como la dimensión que adquiere ese mediador u “otro” potenciador que es el
profesor , dentro de ese aprendizaje (Padrón et ál., 2011).
Hasta este momento, quienes por vocación y profesión
ejercemos la docencia no deberíamos encontrar contradicciones en esta visión
del aprendizaje, muy por el contrario, de hecho el sistema educativo venezolano
se basa en la Constitución de la República, en la cual se explicita que la
educación es un proceso integral que tiene como finalidad el desarrollo de la
personalidad del educando; en la Ley Orgánica de Educación (LOE, 2009), en su
art. 4 se plantea la educación como un derecho humano y deber social, cuya
finalidad es el desarrollo y potencial de cada ser humano tomando en cuenta su
contexto histórico y cultural.
En los distintos documentos de Conceptualización y
Política de la Educación Especial en Venezuela, emanadas de la Dirección de
Educación Especial (DEE) se hace mención a la concepción de la educación como
proceso para el desarrollo integral de la persona. En el año 1976 se plasmó: “deberán
anteponerse los fines formativos que conduzcan al sujeto a conquistar una
personalidad autónoma y socialmente integrada” (Ministerio de Educación., p.5).
Los fines de la modalidad eran los mismos plasmados en la LOE para la educación
general, es decir, el desarrollo pleno del individuo.
Los principios filosóficos sobre los que se fundó la
modalidad fueron y hasta la fecha son: la modernización (prevención e
intervención temprana), normalización e integración. Con estos principios se
rescataba el valor de la persona como sujeto de derecho, la importancia de
destacar sus potencialidades, más que sus debilidades y de garantizar que estos
pudieran desarrollarse dentro del sistema educativo en igualdad de
oportunidades.
En la conceptualización de 1989, se amplía la
concepción del educando: “como un ser integral en el que se conjuga lo biológico,
psicológico y lo social en un equilibrio dinámico; es decir, el ser, es una
unidad biopsicosocial…” (Ministerio de Educación., p. 6), quien constituye el
centro del proceso formativo. Para el desarrollo de la atención educativa se
apoyaba en los aportes de la psicología genética y del enfoque ecológico,
destacando el papel fundamental de la familia y la comunidad.
En la conceptualización de 1997, se definen las áreas
de atención de la modalidad y la forma en que estás se operacionalizan. En el
caso de las Dificultades de Aprendizaje (DA), se asume para la atención
educativa el enfoque psicopedagógico propuesto desde 1989, con una variante, no
se enfoca solamente en cuestiones académicas, sino además, “en otros elementos inherentes
al desarrollo de la personalidad del educando, fundamentalmente, la autoestima,
la cooperación grupal así como la participación de los padres en el proceso de
atención educativa y en otros aspectos del entorno escolar” (Ministerio de
Educación, 1997, pg. 7).
Así mismo, en el citado documento se plantea la
concepción del aprendizaje “desde una perspectiva interdisciplinaria, con una
visión integral y dinámica de la formación de la personalidad del educando, en
interacción con su entorno socio cultural” (DEE., 1997, p.8). Para
operacionalizar este enfoque se delimitaron tres líneas de acción: a)
cooperación interdisciplinaria con el maestro de aula regular; b) atención a pequeños
grupos y c) proyección a la comunidad.
En la conceptualización de 1997 se definen las DA como
interferencias o bloqueos en el proceso de aprendizaje, ocasionados por
factores internos o externos al educando (socio económicos, culturales o
instrumentales). Es decir, las DA, se circunscriben a la situación escolar, a
los aprendizajes escolares. La inteligencia de estos estudiantes es normal y no
se asocia con déficit sensoriales. Entre las manifestaciones pudieran
encontrarse además conductas dispersas o disruptivas.
Para la atención del educando con DA, en el año 1997
se plantea un enfoque de atención psico-socio-pedagógico, holístico y
humanístico que toma en cuenta todos los factores que pudieran intervenir en la
aparición de DA: docente, educando, familia, ambiente, entorno escolar,
metodologías, contenidos programáticos, en fin todos los elementos que pudieran
en un momento dado ocasionar dificultades para la apropiación de los
conocimientos por parte de los estudiantes.
Todo lo expuesto hasta ahora, constituye la base para
plantear una serie de interrogantes fundamentales frente al proceso de
transformación propuesto o mejor dicho implantado por la actual directiva de la
Dirección de Educación Especial:
·
¿Se justifica un
cambio de denominación del área de Dificultades de Aprendizaje, basado en la supuesta
necesidad de dar un viraje hacia un enfoque de formación integral?
·
¿Acaso ese enfoque integral
no está claramente evidenciado en las tres conceptualizaciones?
·
¿Las bases
filosóficas, pedagógicas y psicológicas que fundamentan la modalidad, no son
pertinentes con la idea de integralidad en la formación de los educandos?
·
¿Es necesario empezar
de cero una transformación o es más sano valerse de la experiencia y sabiduría
acumulada por más de 30 años en la atención educativa desde la modalidad de EE?
·
¿Se niega de plano la
existencia de las Dificultades de Aprendizaje Escolar y las bondades
demostrables del trabajo en pequeños grupos?
A modo de corolario:
Definitivamente todo proceso de cambio genera
oposición y contrariedad ya que implica salir de nuestra zona de confort, no
obstante, cuando los cambios son consensuados, argumentados, razonados y en
efecto constituyen mejoras demostrables terminan por ser aceptados y asimilados
por los colectivos involucrados.
Particularmente creo que no es el caso que asiste a la
actual transformación de la modalidad de EE, específicamente en lo concerniente
al área de Dificultades de Aprendizaje.
Si bien es cierto que se requiere realizar revisiones,
evaluaciones y ajustes; estas últimas deben sustentarse en un claro y definido
marco teórico desde las perspectivas filosóficas, pedagógicas, psicológicas y
sociológicas que sustentan el sistema educativo venezolano.
Cambiar la denominación Dificultades de Aprendizaje,
por otra más compleja, desarraigada de nuestra cosmovisión de la educación y
que en nada concuerda con los desarrollos teóricos, que se vienen generando en
el mundo, en el campo de las DA, poco o nada aportará para comprender las DA y
menos aún para el perfeccionamiento de la atención educativa especializada.
El campo de las DA ha sufrido a lo largo de su
evolución múltiples denominaciones, tal vez el problema radica precisamente en
que nos enfocamos más en la denominación que en las necesidades reales de
nuestros educandos.
Más preocupante aún, es que en nuestras escuelas esos
cambios se han dado, se han eliminado los servicios de aula integrada y unidades
psicoeducativas, el docente especialista es un itinerante dentro de la escuela
que por atender a todos, termina por no atender a nadie.
Mientras esto sucede en la realidad de las escuelas
del país, al visitar la página oficial de la Dirección de Educación Especial,
nos sorprendemos al ver que aunque la transformación viene avanzando desde
2011, en la página oficial se encuentran los lineamientos y áreas de atención vigentes
antes de la transformación. Por otra parte, el Ministerio aún no ha bajado la
información oficial a las universidades, está en mora con las casas de
formación de formadores ¿Cómo explicar esta situación?
Sea Dificultades de Aprendizaje o Interferencias en el
Aprendizaje desarrollador, se requiere entender que esta problemática existe
cada día con mayor frecuencia en nuestras escuelas, sobre todo si abrimos el
abanico a las dificultades no específicas u ocasionadas por factores
ambientales y culturales, debemos en consecuencia generar acciones concretas
para que estos conglomerados de estudiantes puedan apropiarse de los
aprendizajes escolares de acuerdo a sus posibilidades en igualdad de
oportunidades.
Reconocer las diferencias y la diversidad, implica
ampliar y diversificar los modos de atención, no reducirlos o eliminarlos.
Referencias
Aramayo,
M. (2013). La investigación en
discapacidad en Venezuela: primeros aportes del siglo XXI. 1 Colección discapacidad Monteávila:
Caracas.
ECURED.
Aprendizaje desarrollador. Recuperado el 12 de julio de 2014, de http://www.ecured.cu/index.php/Aprendizaje_desarrollador
República
Bolivariana de Venezuela. (1999). Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela. Caracas.
Ministerio de Educación. (1976).
Conceptualización y Política de la Educación Especial
en Venezuela. Caracas: Dirección de Educación Especial.
Ministerio de Educación. (1989).
Conceptualización y Política de la Educación Especial
en Venezuela. Caracas: Dirección de Educación Especial.
Ministerio de Educación. (1997).
Conceptualización y Política de la Educación Especial
en Venezuela. Caracas: Dirección de Educación Especial.
Ministerio del Poder Popular para la
Educación. (2009). Ley Orgánica de Educación. Caracas.
Padrón, Cruz y Viscaino (2011). El proceso de
enseñanza aprendizaje desarrollador desde la clase de español. En: Cuadernos de Educación y Desarrollo. 3 (24)
Recuperado el 20 de julio de 2014, de: http://www.eumed.net/rev/ced/24/vrm.htm
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